

¡Vaya viaje más rápido! Al menos he conseguido desconectar durante unas pocas horas de la monotonía. Alguien me dijo (va por ti, Elena) que esto de los blogs se transformaría en una especie de droga. ¡Para qué engañarte! Lo cierto es que he estado pensando casi todo el rato en qué poner. Adelanto que voy a ponerme a delirar en siguientes entradas sobre una genial novela que acabo de terminarme: El cero y el infinito, de Arthur Koestler. Las reflexiones me las guardo para más adelante. De momento, cuelgo un par de fotos que he hecho a una de mis fuentes de inspiración: el mar.
1 comentario:
Pues ahora tengo que leer esa novela. Acabo de terminar una que ha sido una desilusión y me preguntaba qué ahora?
Nos vemos luego y me cuentas más.
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