viernes, 2 de junio de 2006

De viaje y alguna tontada más

Dentro de unas pocas horas parto hacia Laredo, allá arriba, en Cantabria. Me gusta estar allí, relajado, tranquilo. Allí huyo sin ordenador (al menos en este viaje), con la única obligación impuesta de terminarme un libro, sobre el cual hablaré más adelante (o tal vez no). Ese pueblo es como mi escape del mundo real. Allí duermo doce horas seguidas y me despierto relajado. Allí salgo a pasear. La música suena distinta allí. Tal vez aquí algún día consiga dormir más de diez horas... pero seguro que me despierto con complejo de culpa. Por cierto, me preocupa pensar qué música me voy a llevar. Todavía no lo sé. Los Beatles no deben faltar. Tal vez me decida por algo de Red Hot Chilli Peppers. Últimamente estoy muy enganchado a ellos. Me da ahora por coger la guitarra y tratar de tocar como Frusciante (jugando con octavas y quintas y metiendo notas de muy corta duración, al tiempo que atacando de una manera específica con la mano derecha la cuerda, se puede conseguir una aproximación). Esta tarde he estado un rato en casa de un amigo y, con un bajo, he estado experimentando sonido a lo RHCP. Sobre los resultados me abstengo de opinar.
Me encantaría llevarme la guitarra. Si el viaje fuera más largo, me llevaría mi pequeño ukelele. Es muy gracioso el sonido que se consigue, si bien la afinación es muy difícil de mantener y pasas más tiempo afinándolo que tocando.
Se me olvidaba: me gusta Laredo, pero lo odio cuando se llena de turistas. No me considero turista, sino más bien un escapista.

No hay comentarios: