domingo, 29 de julio de 2012

Hoy no

Me cuesta últimamente emocionarme con una película de producción reciente. Me viene a la cabeza Carmina o revienta. Algún día hablaré más de ella. Hoy no. Tal vez nunca.

Detectives

Busco.

lunes, 4 de octubre de 2010

Verdades

"Cuando no encuentres tus gafas, mírate en el espejo... es más que posible que en el reflejo de tu abobada cara encuentres la respuesta".
Sorteg du Retr Et'e

domingo, 8 de febrero de 2009

¡Buenos días!

Buenos días, tristeza.
Nos volvemos a ver.
Buenos días, tristeza,
¿Te vas a quedar?

¿Qué buscas? ¿Qué quieres?
Por favor, sé breve
¡Buenos días, tristeza!
¿Me dejarás dormir?

¿El mensaje de siempre?
¿El que tanto duele?
No me alejes de la gente.
¡Quiero volver!

Enséñame tu boca
Escupe tu veneno
Buenos días tristeza
Déjame dormir.

martes, 16 de septiembre de 2008

Viaje al centro de la tierra y a los horribles cines Palafox, de Zaragoza

Vicky me habló de esa película. Surgió a raíz de la charla que tuvimos en aquel bar de la calle Cinco de Marzo, mientras esperábamos al casi siempre tardón Julian, sin tilde. Esa tarde supuse que, como la mayoría de las ocasiones, iba a ser yo el primero en llegar a la cita. Así que me entretuve por el camino, mirando este escaparate o haciendo algo que ahora no me acuerdo.
La conversación, claro, se desvió hacia el tema del cine. Hablamos de películas vistas recientemente que nos habían gustado. Le comenté que hacía poco había estado con mi sobrino viendo Viaje al centro de la tierra, en 3D. La película, de por sí, no vale un pimiento. Lo bueno de ella se encuentra en toda la parafernalia que la rodea: el invento 3D. Me gustó, sí. Disfruté. Supongo que fue por la agradable compañía de mi sobrino de 7 años, para el que, quiero imaginarme, la experiencia sería maravillosa.
No soy físico, ni aspiro a ello. Ni geólogo, ni tengo nada que ver con ninguna de las ciencias que se tratan en la película. Pero algo dentro de mí me dice que la película no respetaba ni una sola de las leyes o principios habidos o por descubrir. No, no me meteré en detalles. Ya lo harán otros con mucha más sabiduría. Me gustó, sea como fuere.
Lo malo fue el vergonzoso trato al público dado por parte de la empresa de los cines Palafox de Zaragoza. Es una empresa con muy pocos trabajadores, todo regulado por máquinas. Durante mi sesión, la película se estropeó dos veces, con la subsiguiente interrupción de la proyección. El aire acondicionado no estaba puesto. Se estaba francamente mal. Mi hermana y mi cuñado estaban a esa misma hora en otra sala de ese mismo cine. La cámara, según me contaron, se desenfocó en varias ocasiones. ¿Quién estaba allí para arreglarlo? Seguramente la misma que no arregló los problemas de la sala en la que yo estaba y que, al mismo tiempo, estaba vendiendo las palomitas.
No es la primera vez que me pasa. No me acuerdo de la película. Lo que importa es que ya van varios fallos de proyección, consecuencia todo ello de la falta de personal, de la racanería de los empresarios, de la falta de respeto hacia el público.
Una de las razones por las que cada vez voy menos al cine es por ese desprecio al que se está sometiendo al espectador, que paga precios absurdos (la entrada para la película 3D costaba 9 euros... ¿acaso los pocos trabajadores que había allí iban a cobrar más? No lo creo, pero seguro que el empresario se ha embolsado más dinero, con el cual no contratará a más personal con el que ofrecer un mejor servicio) y que ve como no se respetan los más mínimos códigos de educación.
Supongo que esto es un síntoma más de la gran crisis del sistema capitalista a la que estamos asistiendo, consecuencia de un gran despilfarro, cuyas primeras víctimas han sido aquellos que han manejado ingentes cantidades de dinero en tiempos pasados y gloriosos. Los obreros, una vez más, pierden. Otra vez más, la cultura pierde.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Regreso

He regresado más veces de las que he partido.
Creo que tengo más experiencia en el retorno que en la salida.
A veces me siento atascado en un eterno retorno (¡gracias Joseph!).

martes, 15 de julio de 2008

Fácil

Es tan fácil hundirme que no te va a costar mucho levantarme.

jueves, 1 de mayo de 2008

Se abre la mente

Se abre la mente. Se cierra el corazón.
Impera el sueño. Domina el dolor.
Son pasos que llevan a algún lugar.
Son sueños que se cortan a mitad.
Son mitades que llevan a otra mitad.
Son caminos que nunca se acabarán.
Se abre la mente y te ves perdido.
Se cierran los ojos y te ves mal,
Te ves herido, te ves en un pozo,
Te ves ahogado.
Se abre la mente y se aleja de la imaginación.
Te insertas en un mundo de grises,
En un mundo de razón,
Donde todo se justifica
Con un simple chasquido de dedos.
No quiero vivir en una película de Disney.
Me daría miedo si así fuera.
Me agarro a la razón
y abro la mente.

jueves, 31 de enero de 2008

Algo que tal vez continúe #40

Contaré que mi mundo se reduce a esta celda en la que vivo. Y admitiré que pocas cosas más conozco. Mi padre desapareció una tarde, creo. No me acuerdo qué mes. Hay gente que me dice que lo ve de vez en cuando. Incluso algunos me han dicho que yo he estado con él en mi celda, que ha venido a verme a la institución. Él sentado en la misma silla que ahora estoy mientras el café hervía en la cocinilla que me dejan usar algunos ratos, siempre bajo vigilancia. Prefiero no saber. Mi madre vive a 300 kilómetros al sur de aquí. Aunque no tengo muy claro si estoy aquí o allí. Antes de ingresar en la institución, fui a visitarla una última vez. No me ha vuelto a invitar desde entonces. Siempre me llama por teléfono. Unas veces tengo ganas de hablar con ella. Otras no y cuelgo sin responder a su saludo. Aquella última vez que fui a verla no conduje yo. ¿Para qué lo iba a hacer si hay gente que puede por mí? Aproveché el trayecto para dormir. No pude apuntar el sueño que tuve. Me dejé el maldito diario en casa. En cuanto me di cuenta que no me había traído el diario sentí que me faltaba algo. Si lo hubiera escrito, lo podría haber transcrito aquí y se lo podría haber pasado a los controladores de la institución. En fin, lo único que recuerdo de aquella excursión a la casa de campo en la que viví de pequeño era el cuarto de estar. Allí me volví a quedar dormido mientras mi madre, como en un susurro sin principio ni final, contaba las novedades de la familia, o sea, enfermedades, muertes y similares. Eso me traía —me sigue trayendo— sin cuidado. Estuve flotando. No quería saber qué hora era. Mi madre se encargaba cada dos por tres de recordarme que ya era la hora de tomar no sé qué, que si era la hora de beber no sé cuántos. Yo sólo quería dormir. Dormir y soñar. Solo así podría llenar mi diario. Ahora soy feliz porque estoy llenando estas páginas con algo que tal vez no ocurrió.

miércoles, 30 de enero de 2008

Algo que tal vez continúe #39

En mi afán por controlar el mundo he descubierto que todo me va mejor si siempre me levanto a la misma hora. Sólo así mi cuerpo puede funcionar y llevarme donde yo le pido. Ahora quiero que me lleve a conocer a esa mujer que me encontré el otro día en mis sueños, tras tomarme una pastilla de las queme dan aquí. Creo que en esta ocasión era de color rojo. No sé quién es esa mujer, por lo que he de inventarla. Hasta ahora he dicho cosas de ella. Pero no es ella de quien quiero hablar. Tú ve leyendo. Esperaré a irme adormilando, a perder la orientación, a olvidarme de estas paredes que me sujetan. Cuando pierda la cabeza, introduciré en el texto a esa mujer que aún no existe. Antes de sentarme a escribir he de inventarme impresiones. Mezclaré recuerdos y ensoñaciones, fantasías y pesadillas, pastillas de color rojo con las de color amarillo. Sólo intento transmitir y contagiar algo. ¿El qué? No es fácil de explicar. Sólo creo que estoy siendo víctima de una urgencia inexplicable. Aunque me temo que a usted no le interesa lo más mínimo el conjunto de experiencias, sensaciones, hábitos, hálitos, pensamientos, ensimismamientos, roces, goces, olores, dolores, sueños, pesadillas, angustias, sonrisas, gustos, disgustos, golpes, toses, nostalgias, aerofagias, esperanzas, alegrías, amores, odios, tufos, apegos, arpegios, rencores, temblores, escozores, picores, resquebrajamientos, resentimientos, presentimientos, emociones, aflicciones, risas, carcajadas y similares que han originado este conjunto de impresiones y que pueblan mi cabeza en este momento. Limítese a leerlo y si le produce alguna sensación, me sentiré feliz. Si no, le aseguro que no lo lamentaré. Comprendan además que esto que escribo tiene color rojo, como la pastilla que me acabo de tomar. Otro día escribiré azul.

martes, 29 de enero de 2008

lunes, 28 de enero de 2008

Cuestiones de mecánica


Gracias a mi mecánica favorita por hacerme reír.

domingo, 27 de enero de 2008

La invasión de los ladrones de cuerpos, 1956


Quiero hablar de la película La invasión de los ladrones de cuerpos. Su título original es The Invasion Of The Body Snatchers, y es del año 1954. El director es Don Siegel y el actor principal es Kevin McCarthy, acompañado de Dana Winter. Me lo he pensado varias veces antes de ponerme a ver la película. Se trataba de una copia editada por Suevia, casa a la que tengo miedo. Casi todos sus productos proceden de copias pésimas, con audios horribles y peores videos. En esta ocasión el video ha resultado muy bueno, al menos para mi modesto parecer. Pero el audio... ¡una mierda! Mi copia tiene dos pistas. La española y la inglesa. La española presenta el típico audio plano español de los años 50, sin picos ni matices, acaso demasiado agudo, con cierto aire de radio de transistores; eso sí, con esas excelentes voces que tan bien suenan y tanto gusto da escuchar. Pero un servidor se decanta por la versión original en inglés. ¿Qué le han hecho? Me da la impresión de que los técnicos han debido pasar un buen rato retocándola en el laboratorio. Una escucha poco atenta con auriculares suena, por momentos, como un mp3 de escasa resolución, lleno de interferencias electrónicas fruto de tanta manipulación y tanta ecualización mal hecha. Un constante zumbido grave, muy molesto, ha echado a perder una muy buena película.
Sobre el argumento: el doctor Bennell regresa a su pueblo, Santa Mira, allá por California. Una vez allí, comienza a observar que el comportamiento de sus vecinos es cada vez más extraño. La clave para definir esa extrañeza es la falta de sentimientos de aquellas personas afectadas por algo inexplicable, que resulta ser algo así como un intento de invasión alienígena. Tal dominación se va a llevar por medio de unas vainas gigantes que se colocan junto a los seres humanos. Mientras estos duermen, de las vainas brotan criaturas de idéntico aspecto a los humanos, con los mismos recuerdos mas carentes de sentimientos. El doctor y su novia se empeñan en hacer saber al mundo esta supuesta invasión.
La película participa de la cinematografía de serie B de los años 50: economía de medios, agilidad interpretativa, complicidad del espectador ante lo que hoy en día consideraríamos ingenuo (las vainas parecen atrezzo de obra de fin de curso escolar), banda sonora impresionante pero no apabullante... Inteligencia cinematográfica combinada con talento. Pero hay una cosa con la que me quedo, y que ya la he mencionado: la economía. La película cuenta en menos de 80 minutos una historia que, seguro, George Lucas, Steven Spielberg o el absurdamente idolatrado Jackson (tan absurdamente como, dicho sea de paso, George Lucas, cuyo mayor mérito para la historia, desde mi punto de vista, ha sido potenciar la figura de Campbell) joderían en mierdaproducciones de 3 horas de duración, generadoras de almorranas y dolores de cabeza. Digo, por tanto, que uno de los encantos de la película es su duración: menos de 80 minutos, en los que un brillante guión nos lleva a través de la lucha de un hombre contra toda una idea de sociedad. Y, algo que particularmente me gusta mucho más, con capacidad para hacernos pensar nuevamente sobre qué significa ser humano. En Blade Runner los replicantes querían tener ser sentimientos para ser humanos; aquí, en La Invasión, lo que se anhela es la eliminación de los sentimientos. En Total Recall (Desafío total) los recuerdos son lo que marcan nuestra existencia. En El sexto día, con una envoltura de película de acción-ciencia ficción, se nos hace ver que en la duda está la auténtica razón de nuestra existencia (y muchas otras cosas que ahora no proceden). Todo eso, y mucho más, aparece en La invasión: la lucha de un hombre para evitar el robo de recuerdos, el borrado de los sentimientos, sin cuya presencia en nuestro cerebro seríamos otras personas.
Es fácil vivir sin sentimientos, pero a la larga resulta imposible. Necesitamos de la duda, de la sorpresa. Tal vez, caso de dejarnos llevar por la invasión de las vainas, por el plan de una existencia sin sentimientos, desaparecerían muchos de nuestros problemas. Pero... ¡nos encanta dudar! ¡nos encanta meternos en líos! ¡nos encanta tener sentimientos aunque tan sólo sea para meter la pata! ¡Viva el error!

sábado, 26 de enero de 2008

Algo que tal vez continúe #38

No oigo tu voz esta noche. Las sábanas me molestan. No siento tu pelo junto a mí. Todo me molesta. Ya no sé si hace frío o calor. Ya no sé dónde estoy. Cuando abro los ojos no sé qué es lo que veo. No es nuestro cuarto de estar. Es una celda. Tiene un ventanuco arriba, en lo alto. ¿Lo ves? Ahora lo estoy mirando y no sé qué hora de la noche es. Me imagino que aún quedarán unas horas para el toque de la mañana. Y tú sigues sin venir a verme. Me dicen que eres mentira. Que eres una creación de mi cerebro. Mis compañeros dicen que ellos también ven lo mismo que yo. No tiene sentido hablar con ellos. Me cuentan lo que ya sé. Me han robado mis pensamientos. Me han robado a mi mujer. ¿Mi niña? Ellos dicen que está en mi cabeza. No. No es verdad. No. Me cuesta cerrar los ojos. El llanto me relaja. No puedo gritar. Si lo hago vendrán corriendo a hacerme callar. Si vienen me contarán lo que estaba soñando. Ellos ya saben lo que yo estoy soñando. No. No es verdad. No. No.

Visiones de mi ciudad

Visiones de mi ciudad





viernes, 25 de enero de 2008

¿De dónde?

¿De dónde viene mi energía para seguir escribiendo? No lo sé. No quiero saberlo. Me resulta difícil escribir, aunque tengo cantidad de cosas que decir. Mucha gente se ha incorporado a mi vida recientemente, y mucha se ha ido. Tal vez de ese flujo natural venga la energía vital. Tal vez de las sorpresas. Tal vez de la energía que se genera los días que te quedas en casa pensando que nadie se acuerda de ti y resulta que no es así. Siempre hay alguien en alguna parte. Muchas veces ni nos enteramos. Pero cuando nos enteramos, somos los seres más felices de la Tierra. Tal vez de allí venga la energía. Tal vez de descubrir que no estamos solos. Tal vez de ilusionarnos con alguien que tal vez piense en nosotros. Tal vez de soñar. Tal vez de darnos cuenta de que hay alguien que sueña lo mismo que nosotros. Tal vez de saber quién es esa persona que sueña al tiempo que tú. Tal vez. Pero prefiero no saberlo. Prefiero seguir en la duda. Prefiero seguir soñando que sueña conmigo alguien. Tal vez de ahí saque energía. Tal vez.

jueves, 24 de enero de 2008

¿Por qué?


Venga a dar la lata con el 70 cumpleaños del Rey de España y el 40 de su hijo. ¿Nadie se acuerda del 50 aniversario de los Pitufos?

miércoles, 9 de enero de 2008

¿Vuelvo?

Tal vez sea ésta la primera entrada de una nueva serie de escritos que rondan mi cabeza. Llevo mucho tiempo sin escribir aquí, sin exhibir mis pensamientos, sin ofrecer mis palabras a cambio de nada. Me conformaría con que estas líneas las leyeran quienes ahora tengo en mi mente.
Han cambiado muchas cosas. Mucha gente ha desaparecido de mi vida. Alguna persona, de manera inexplicable, se ha apartado de mi escenario. No sé la razón, pero con el paso del tiempo me va importando cada vez menos. Supongo que así es como debe ser. Supongo que todo es debido a que nuevas personas entran, nuevas inspiraciones, nuevas musas que son capaces de hacerme esbozar una sonrisa al pensar en ellas. Gracias por las nuevas sonrisas.
Qué así sea. Let it be.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Sobre McCartney

Por fin veo un DVD en directo de Paul McCartney que merece la pena. Hablo del que captura el concierto dado en la Roundhouse a finales de 2007. Es una lástima que, con el directo tan potente que tiene, no saque más que mierdas. Resulta avergonzante ver los lanzamientos en DVD de los directos de McCartney. Los unos por el horrible montaje o porque no parecen directos (Get Back), los otros por estúpidos y avergonzantes comentarios que hasta a los más convencidos fans sacan los colores (por ejemplo, el de la gira de 2005, o el de sus conciertos en Rusia, cuyos comentarios apestaban a talibanismo). Ahora, con la colección The McCartney Years nos ha dejado ver algunos fragmentos de Rock Show (¿a qué espera para sacarlo entero, en una edición decente?), ídem de Unplugged (¿no podía haber seleccionado algo menos pastelero y blandengue?), y casi todo de Glastonbury (al parecer no ha tenido valor para editar la espantosa versión que de "Follow Me" perpetró en ese espectáculo). Pero yo sigo esperando conciertos de Wings, especialmente el Rock Show. Afortunadamente, me quedan varias ediciones piratas (de diversas partes del mundo), que muestran un McCartney mucho más interesante que el edulcorado de The McCartney Years o los horribles DVD's (excepción del directo en Cavern) hasta ahora editados. ¡Ah! Se me olvidaba. Cuando quiero recuperar mi fe en McCartney me pongo el concierto que dio en Madrid durante su gira 2004. Ahora, a ése he de incluir el de la Roundhouse de 2007.

miércoles, 27 de junio de 2007

Algo que tal vez continúe #37

Estoy durmiendo. Sara entra en la habitación. Puedo oír sus pendientes. Redondos. Brillantes. De gracioso sonido. Pasea por la habitación. Se queda pie a los pies de la cama. No veo sus ojos pero sé que me está mirando. Siempre me hicieron gracia sus pendientes. A veces su largo pelo los cubría. Con el pelo corto eran evidentes. Sara sigue paseando por la habitación. Sé que está sonriendo. Se detiene junto a mí. Se agacha. Me susurra al oído. "¿Sabes? Me he quedado dormida viendo la tele". "¿Qué veías?". "Caballos". "Algún día iremos a ver caballos". "Esos caballos eran verdes y azules. Estaban llenos de diamantes. Brillaban". "¿Como tus pendientes?". Se rió. Sigo durmiendo.

domingo, 6 de mayo de 2007

Nevertimes




Sometimes I feel like I am one thousand years old, like I've been everywhere without going out of my room.


Sometimes I feel like I was not even born.


Sometimes I feel like I am dying time after time after time.


Sometimes happen to be nevertimes.


Nevertimes I can see you next to me.


Nevertimes in neverlands with neverones.


Sometimes I feel like I can walk upon the waters.


Sometimes I feel like I am Jesuschrist, with power enough to create neverending chaos.


Sometimes I feel like Lucifer, brave enough to reject whatever I don't like and hide in the shadows.


viernes, 4 de mayo de 2007

martes, 1 de mayo de 2007

Visiones de mi ciudad


Banda Sonora

La banda Dhera Dun acaba de editar en Grabaciones en el Mar un brillante disco llamado Jardín. Pop brillante, con predominio de tímbricas agudas y fraseos de bajo que recuerdan en muchos momentos al más brillante Paul McCartney de Rubber Soul y Revolver (cito como ejemplo "If I Needed Someone", en la que McCartney hace un bajo reiterativo que no cambia a pesar de que cambian los acordes de los demás instrumentos).
Escuchar este disco es sumergirse en la sicodelia de 1967, volver atrás en el tiempo y sentir a Syd Barret, a Los Who, Los Beatles, o ese pop español tan brillante como olvidado de gente en la onda de Los Negativos (¡ah! Piknik caleidoscópico...), o esas armonías vocales tipo Brincos. Rico en matices, con un sonido que, pese a ser moderno, tiene guiños a épocas pasadas (por ejemplo, el modo en que la batería está grabada, que suena casi igual que pasara en la mayoría de las grabaciones de aquellos años 60, en glorioso mono). Y tal y como pasan con Los Beatles y su Sgt. Pepper la escucha con auriculares nos descubre cantidad de detalles.
Excelente ejercicio de estilo que ojalá tenga continuidad.
Por cierto. El nombre es el título de una canción muy poco conocida de George Harrison, cuyos sonidos pueblan el disco. Además es la ciudad donde nación Shiva.
Grabaciones en el Mar: un sello discográfico que merece grandes aplausos.
http://www.grabacionesenelmar.com/nuevo/home.php
http://www.myspace.com/dheradun

lunes, 30 de abril de 2007

Bancos

Pu** Bankinter. Me cobra 20 euros de comisión por mantenimiento de una cuenta de mierda en la que tenía cautro duros. Les pregunto y me dicen que las cuentas con poco dinero salen muy caras, que el dinero hay que moverlo. Cancelo la cuenta y les digo que se vayan a la mierda. ¡Qué a gusto me he quedado! (Eso sí, ellos se han quedado con su comisión). Por si había dudas, el banco en cuestión es Bankinter.

sábado, 28 de abril de 2007

Imágenes en movimiento

Termino de ver Die Büchse der Pandora. Es una película alemana, de 1929, creo, dirigida por Georg Wilhelm Pabst. Son datos de los que no tengo ni idea, y que he copiado de alguna parte que ahora no me acuerdo.

Excelente película, muy osada. Básicamente es la historia de Lulú, bella (muy bella) mujer, experta en romper corazones y sembrar el caos doquiera que vaya. Lulú es un personaje sumamente sexy, vestida casi todo el rato con ligeros vestidos de gasa y siempre dispuesta a lanzar una sonrisa que obliga a tomar el mando del DVD y congelar la imagen. Se ve entonces el mimo con el que la cámara trata su rostro, la tremenda iluminación que sobre ella se proyecta; apreciamos entonces que no es sólo el personaje de Lulú quien está coqueteando con quien se le ponga por delante, sino que es la propia actriz, Louis Brooks, quien está provocándonos.

Seguir a Lulú es seguir la caída al infierno de un personaje que sólo actúa guiado por su deseo. Lulú es el deseo hecho persona, la lujuria, el deseo material. Es un ser poderoso,capaz de generar muerte, de sanar enfermos mentales y luego transformarlos en asesinos, es capaz de arrunar la reputación y la vida de quien se le ponga por delante.

La película es sutil. Pequeños movimientos de cámara, juegos de luz deslumbrantes, decorados envueltos en oscuridad y brumas, bastan para decir lo que hay que decir. Si esta película se hiciera hoy en día, se caería en lo ridículo: el suave lesbianismo se transformaría en algo ridículo (tipo Showgirls o Basic Instinct, en las que las relaciones lésbicas son transformadas en excusa para llenar la película de carnaza). O la procacidad sexual de Lulú sería tratada con desmadre.

Cierto que no todo es contención. Recordemos que estamos ante una película muda (ya con el sonoro empezando a dominar el mercado) y que vamos a ser testigos de momentos que serían considerados hoy en día de sobreactuación. No obstante, esa carencia de palabras hace que a veces haya muy interesantes recursos para transmitir emociones: por ejemplo, la escena en la que el padre de Lulú, nervioso, empieza a morder la pipa y a echar humo de manera descontrolada para después, con una de las cámaras hábilmente ubicada tras el pasamanos de la escalera, sumirnos en la más serena de las calmas, especialmente gracias a la iluminación.

La tengo que ver una y otra vez.

Banda Sonora

Editado por EMI, se trata de un doble CD, para el que no existen palabras. Hablo de las Suites de Violonchelo, de Bach. De escucha obligada para cualquiera con un mínimo de sensibilidad. Todavía mejor resulta la edición en DVD, que permite, además de ver interpretar a Rostropovich las diferentes piezas (tal vez una puesta en escena muy teatral y forzada en ocasiones), escuchar sus explicaciones y sus ideas en torno a la música y la interpretación.
Por cierto, me da igual si se inclina demasiado cuando toca, o si, como dicen los listos, a veces usa el arco de manera poco hortodoxa.

Banda Sonora

No puedo aportar argumentos ni razonamientos. No me apetece. Lo cierto es que el más reciente disco de Los Planetas, La leyenda del espacio, me ha resultado un soberano aburrimiento. Esos toques flamencos me parecen absurdos. Creo que lo pueden hacer mucho mejor y creo que las innovaciones deberían ir por otro camino.

viernes, 27 de abril de 2007

Algo que tal vez continúe #36

Hace mucho que no escribo. Tal vez porque tengo muchas cosas que decir. Tal vez porque tengo mucho que callar. A lo mejor me da miedo enfrentarme a mis palabras. Puede ser que ya no tenga palabras. No lo creo. Muchas veces, en la ciudad, en la soledad de un paso de cebra abarrotado de gente, creo ver un rostro que me recuerda a ti. Deseo entonces liberar ese torrente de palabras que en forma de pensamiento, de deseo incumplido, cruza mi mente a la velocidad de la luz.
Desde el aislamiento del autobús de línea a tope de extraños cierro los ojos durante una décima de segundo. Quiero sentir que estarás esperándome al volver a casa, sentada en el sofá, oculta entre las sombras.
Entre las sombras, desde la oscuridad. Siempre preferí estar contigo en la penumbra. Ya lo dije antes. Contigo ahora siempre es antes. Un antes que se cuela defectuoso en el hoy, en lo cotidiano.
Quiero volver a amarte. Quiero que seas mi dama otra vez.
Quiero volver a tener valor para escribir.
Quiero querer.

Banda Sonora


Arctic Monkeys es una de las pocas bandas modernas que me hace sonreír. El sonido generado por su sección rítmica es realmente poderoso y llevar en las orejas su música a todo volumen es una gozada. Su fuerte no es la melodía, sino la caña, el riff repetido, el ruido, el ritmo. El sonido del bajo y la batería son de lo mejor que he escuchado recientemente.

Su más reciente disco, Favoruite Worst Nightmare, es una palada de energía, un golpe a los oídos. En ellos se escuchan trazas de punk, new wave e incluso rastros del rock más clásico. Con todo, prefiero su anterior disco, Whatever People Say I Am, That's What I'm Not: mucho más directo, aunque los sonidos de los instrumentos no tienen tanta claridad como el segundo, cuyos sonidos son más diáfanos. Música para escuchar a todo volumen, con fuerte contraste entre graves y agudos, y para soltar penas.

sábado, 3 de marzo de 2007

Banda sonora





Se trata de los cuatro primeros CDs, de una colección de 10, que contienen las versiones originales de gran parte de los temas que Los Beatles, tanto como grupo com en solitario, versionaron.
Obligatorio para los seguidores de Los Beatles y para los amantes de la música pop-rock (y más, ya que hay bandas sonoras, variedades...).
Aquí están gran parte de los cimientos de la música pop.

viernes, 16 de febrero de 2007

Merece la pena

La cultura musical española es lamentable. Afortunadamente, aún quedan destellos que hacen creer que queda gente con inquietudes y ganas de explorar nuevos caminos en lo musical. Los puedes encontrar en la web de la revista efeeme, para la que he tenido la suerte de escribir algún artículo.

http://www.efeeme.com/

¿Genio? ¿Idiota perdido?

In The Ghetto