viernes, 30 de junio de 2006

Beauty is... ? #17

...thinking that she may be thinking about me?

A touch of happiness #2

She made me smile once more.

Beauty is... ? #16

...anywhere she is was will be would be?

Beauty is... ? #15

...anywhere you want to find it?

Beauty is... ? #14

...the concept by which we measure our love?

jueves, 29 de junio de 2006

Falto de inspiración #4

¿¿¿¿????

Beauty is... ? #13

...wanting to find beauty?

Somos

Somos agua
Somos vida
Somos pasión
Somos sexo
Somos sonrisas
Somos risas
Somos caricias
Somos provocación
Somos desnudez
Somos sencillez
Somos abrazos
Somos magia
Somos éxtasis
Somos erotismo
Somos animales
Somos experimentación
Somos aventura
Somos locura
Somos semilla
Somos templos
Pero no siempre estamos

Wh...

Come to me,
Dressed in air,
Come to me,
Just as you are,
Come to me,
With your naked eyes,
Come to me,
Your breasts freely swinging,
Come to me,
Without clothes,
Come to me,
Smiling and singing,
Come to me,
Bringing me news from afar,
Come to me,
Freeing my mind,
Come to me,
Swallowing me,
Come to me,
Licking me,
Come to me,
Let's come together,
At once.

Beauty is... ? #12

...hidden?

miércoles, 28 de junio de 2006

A touch of happiness #1

Not every day you get a Thanksgiving message from a student.
Today I got it.
And for a while it made me smile from happiness.
It was a student who used to sing while doing the exercises.
So funny.
Thanks.

martes, 27 de junio de 2006

lunes, 26 de junio de 2006

domingo, 25 de junio de 2006

Beauty is... ? #11

...knowing that she's singing a song?

Beauty is... ? #10




...chasing ghosts in a stormy night?

Beauty is... ? #9

’Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe:
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.

“Beware the Jabberwock, my son!
The jaws that bite, the claws that catch!
Beware the Jubjub bird, and shun
The frumious Bandersnatch!”

He took his vorpal sword in hand:
Long time the manxome foe he sought—
So rested he by the Tumtum tree,
And stood awhile in thought.

And, as in uffish thought he stood,
The Jabberwock, with eyes of flame,
Came whiffling through the tulgey wood,
And burbled as it came!

One, two! One, two! And through and through
The vorpal blade went snicker-snack!
He left it dead, and with its head
He went galumphing back.

“And, hast thou slain the Jabberwock?
Come to my arms, my beamish boy!
O frabjous day! Callooh! Callay!”
He chortled in his joy.

’Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe:
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.

sábado, 24 de junio de 2006

Beauty is... ? #8


... the urge to ask her "Would you like me to sing you a simple song"?

Beauty is... ? #7


...somehow like this?

Beauty is... ? #6








...wanting to be in silence?

Beatles & Mafalda #2


¿Por qué? #2

¿Por qué nos reconciliamos?
¿Para allanar de nuevo el camino para otra pelea?
¿Para tomar fuerzas y así poder repetir los portazos con aún mayor estrépito?
¿Para olvidarnos de las gilipolleces que hemos dicho y así volverlas a repetir?

viernes, 23 de junio de 2006

Famous Last Words #1

From American Beauty, 1999, Sam Mendes

Brad Dupree: Man, you are one twisted fuck.
Lester Burnham: Nope, I'm just an ordinary guy with nothing to lose.

Barry : Brad Dupree
Lester: Kevin Spacey

El mito del eterno retorno

Otra vez vuelve la gran pregunta:
¿Por qué siempre se me rompen los calcetines?
Otro par más de calcetines a tomar viento.

Beauty is... ? #5



Your eyes make a circle
I see you when I go in there

jueves, 22 de junio de 2006

Beauty is... ? #4


...no need to find any explanation?

Summer's Day Song



Someone's Sleeping
Through A Bad Dream
Tomorrow
It Will Be Over
For The World
Will Soon Be Waking
To A Summer's Day
(McCartney)

miércoles, 21 de junio de 2006

Beauty is... ? #3

... In the absurd repetition of an even more absurd pattern?




Beatles & Mafalda #1


¿Por qué?

Cuanto más música electrónica escucho,
Cuanto más remix cae en mis manos,
Más disfruto con los tres acordes del blues.
Cuanto más oigo los ecos electrónicos,
Cuanto más me inundan las percusiones imposibles,
Más disfruto con la suciedad del rock.
Me he cansado de escuchar Thievery Corporation, Moloko, Moby y sus remezclas...
Nunca me cansaré de Beatles, AC/DC, Rolling... del jazz improvisado, del blues de amplificadores a punto de reventar, de golpes imprevistos de platillos, de peculiares distribuciones de sonidos hechas a partir de grabaciones en cuatro pistas...
Me cansa la monserga discotequera, la música de los semáforos.

Sobre moda

A woman's dress should be like a barbed wire fence:
serving its purpose without obstructing the view.
Sophia Loren

martes, 20 de junio de 2006

Beauty is... ? #2


En el caos también hay belleza,
en la infinita repetición de la nada,
en la perpetuación del eterno retorno,
en el salto a lo mítico.

http://sprott.physics.wisc.edu/fractals/fracdayc.gif

What if...? #1

La única forma de soportar la existencia
es aturdirse en la literatura como en una orgía perpetua.
(Gustave Flaubert)

Puntos de vista



¿Por qué todo va tan deprisa últimamente?
Ya no queda tiempo para sonreír.
Me gustaría tener más tiempo para sonreír.
Me gustaría tener más ganas para sonreír.

Cansancio


















Adriana Pascucci, Cansancio

lunes, 19 de junio de 2006

Beauty is... ? #1


Picture by
Ruzz, http://www.flickr.com/photos/golush/

Freaky, innit!!

E., living on the other side of the mirror, word-juggling girl, this one's for you. You see? An outlandish McCartney impersonator next to a Dynasty Kiss promo poster. Odd... innit!!

A big smile for you.

¿Por qué?

"¿Por qué será que cada vez me siento más identificado con esta canción?"


"I'm A Rock"
(Paul Simon)

A winter’s day
In a deep and dark December;
I am alone,
Gazing from my window to the streets below
On a freshly fallen silent shroud of snow.
I am a rock,
I am an island.

I’ve built walls,
A fortress deep and mighty,
That none may penetrate.
I have no need of friendship; friendship causes pain.
It’s laughter and it’s loving I disdain.
I am a rock,I am an island.
Don’t talk of love,
But I’ve heard the words before;
It’s sleeping in my memory.
I won’t disturb the slumber of feelings that have died.
If I never loved I never would have cried.
I am a rock,I am an island.

I have my books
And my poetry to protect me;
I am shielded in my armor,
Hiding in my room, safe within my womb.
I touch no one and no one touches me.
I am a rock,I am an island.

And a rock feels no pain;
And an island never cries.

Ilustración: Justyna Kopecka, Loneliness - Samotność

Banda sonora #2

My flame burns blue es el título de unos de los más recientes álbumes de Elvis Costello, publicado en los Estados Unidos el 28 de febrero (14 de febrero en Europa). A la par que escribo esto me entero que el pasado mayo publicó otro (The River In Reverse). Me centraré en My Flame Burns, que es el registro sonoro de una actuación en directo con una grandiosa orquesta de 52 músicos, en el Metropole Orkest de la Haya, en el marco del The Hague's North Sea Jazz Festival de 2004.





La verdad es que de entrada no me ha gustado. No sabría decir porqué. Supongo porque prefiero el Elvis Costello de distorsión eléctrica, o el de las baladas de All This Useless Beauty. Digamos que este disco me ha hecho gracia, pero no he podido escucharlo de un tirón. De hecho no lo he acabado. Para escuchar este tipo de música prefiero irme a las orquestas de Duke Ellington o a un disco del sello Verve que nunca me canso de escuchar: aquél en el que Ella & Louis cantan temas de Gershwin. Eso es gloria, y no lo que hace Elvis Costello.
Costello, vuelve a tu guitarra eléctrica y para experimentos haz como la mayoría, usa o bien la gaseosa o bien las caras B (o equivalentes) de los sencillos.

Ilustración: Yvo Jacquier, When Jazz is coming, depression is going out

domingo, 18 de junio de 2006

House M.D.

Entre las cosas que he hecho este fin de semana, aparte de destrozarme la garganta cantando ("Bad Boy", por ejemplo), ha sido ver en DVD los dos primeros episodios de la serie televisiva House M.D., en España Doctor House. Me ha gustado, la verdad. Me ha impactado el papel del personaje principal, doctor House, interpretado por Hugh Laurie. ¿Por qué? En primer lugar por la voz. ¡Vaya voz! He de admitir que, en algunos momentos, de no ser por los subtítulos no le hubiera entendido (hay que tener en cuenta además la jerga que usan en la película, sobre la que se ha escrito algún que otro libro -Andrew Holtz, The Medical Science of House, M.D.-, y que para los desconocedores del mundillo médico resulta incomprensible en cualquier idioma). Lo dicho, me ha gustado. Pero creo que ello ha sido básicamente por ese carácter peculiar del personaje, que usa el humor de manera tan agresiva, como arma arrojadiza. Resulta ser este doctor House una especie de Groucho Marx en la era de los ordenadores, de los diagnósticos asistidos por ordenador. Sus comentarios son ecos de los de Marx. Incluso, retorciendo esta interpretación de manera peligrosa, la cojera de House es un eco de la peculiar guisa de caminar de Groucho. Me ha gustado este House. No se anda con rodeos y dice las cosas como son. Si fracasa, ¡qué más le da! Si acierta, mejor. El humor como arma arrojadiza es lo que más me atrae, sus palabras afiladas que son usadas como escudo ante el hecho de su soledad. Le duele la vida y no lo oculta, pero no deja que nadie entre en su mundo a ayudarle.
Otro solitario más vagando por el mundo.
Por cierto, sale más barato comprar en internet la serie completa (con sonido 5.1, frente al estéreo de esta edición de El País -la mayoría de las ediciones de DVD que hace El País, por mucho que diga su publicidad, son una mierda: eliminan pistas de audio y extras, reduciendo la calidad del producto, amén de subirlo de precio*).

*El País: 11 entregas a, creo, 4,95€ cada una + 1€ del diario: 65,45€
Internet (amazon.com): 30$ (23,8€, 32€ con gastos de envío)

Banda sonora #1

Stereolab, Fab Four Suture
Cargante a ratos, pero interesante. Perfecto para no parar quieto, para no prestarle mucha atención; lleno de pequeños detalles (quiero decir "no grandes"). Habrá alguien que lo escuche entero sin interrupciones... Yo no, a menos que esté haciendo otra cosa al mismo tiempo. Música para recepción de invitados a una fiesta que no sabes cómo acabar.


George Formby, That Ukelele Man
Música de otros tiempos, ni mejores ni peores que estos. Simplemente, con más ganas de diversión. De días en los que no existían las calidades de grabación que se dan hoy por hoy, de ahí el sonido tan plano. Sin embargo, dos compases de este disco encierran más profesionalidad que cualquier moderno rizado tejemaneje de laboratorio. Nuevamente un caso de un disco que resulta más que probable que no escuche jamás de un tirón, a no ser que esté haciendo algo distinto. Eso sí, seguro que no puedo evitar coger la guitarra, o el piano mejor, y tratar de cantar, por unos compases, al estilo de Formby, Hoagy Charmichael, Gershwin... (otra cosa muy distinta son los resultados...).

Fatboy Slim, The Greatest Hits-Why Try Harder
Sólo con el tema que abre la recopilación me conformo. Más de uno se sentiría feliz poniendo etiquetas, mas a mí no se me ocurre ninguna en particular. Sí que puedo decir que es un tipo de música que me hace pensar no en músicos sino en gente sentada detrás de una mesa de mezclas. Excelente el tono lento y doloroso de "Demons"; "Going Out Of My Head" me parece perfecta para empezar una deprimente mañana de domingo. "Brimful Of Asha", por supuesto, no falta. Me gusta el tono hip hop de "Ganster Trippin", sobre todo por los toques de bronces que me recuerdan a los arreglos de gente como Maceo Parker. Creo que este disco merece una escucha atenta, especialmente para los amantes de las sorpresas, de los detalles. Disco para escuchar a todo volumen (y hacer que tiemble tu vientre, o mejor ver temblar el de otra persona) o por auriculares (y dejarte impregnar por todos los matices y capas musicales).

Puntos de vista (series E.). Monasterio de Piedra, Zaragoza

Esta mañana

Hace mucho que no escribo. Hace mucho que estoy cansado. Hoy he tenido noticias de gente de la que hacía mucho que no tenía noticias. Sigo sin tener noticias de alguien de quien hace mucho tiempo que no tengo noticias y que, cualquier día de estos, voy a condenar al olvido, pero es algo que se me olvida por mucho que me lo recuerden quienes no se olvidan de mí. Esta mañana he recibido un gran estímulo para mi dañada autoestima (creo que he olvidarme de una vez por todas de quien me ha olvidado para siempre –eso sí, le pediré la pulsera antes y es que nunca se la regalé sino que se la presté–) y me he dejado adular por las críticas positivas de un artículo recientemente publicado en una revista. Esta mañana he estado con un amigo hablando de la amistad, de nosotros. Esta mañana la lluvia me ha hecho sentirme mejor. Esta mañana me había cogido la máquina para hacer alguna foto, pero me ha vencido la pereza, o eso llamado esplín. Esta mañana, tan enemigo que me declaro a las tradiciones, he caído en una de ellas: comprarme algo especial para la comida del domingo, en lugar de las mierdas de judías verdes (parece que no sé cocinar otra cosa). Esta mañana me ha hecho mucha ilusión encontrarme con mi hermana, mi cuñado y mi sobrino por la calle. Me he invitado a comer a su casa la semana que viene. Esta tarde me ha llegado un mensaje de David. Tengo ganas de verle y de ir a su programa de radio (he puesto un vínculo a su blog). Es algo que echo en falta. Esta mañana se me han ido las ganas de ir al curso de Almería. Esta mañana he deseado que lloviera todo el día. Esta mañana he saltado al otro lado del espejo y he sonreído. Gracias.

miércoles, 14 de junio de 2006

Puntos de vista (para E.)

Monasterio de Piedra, Zaragoza (1ª Parte)



Una fuente de sonrisas...

Más punto de vista (también para E.)

Plaza de España, Zaragoza




Allá por la calle Alfonso, cerca del Pilar (Zaragoza)








Puntos de vista (nuevamente para E.)

Plaza del Pilar, Zaragoza


lunes, 12 de junio de 2006

Un día encontré la paz



Fue en Sabiñánigo.

Gracias Vicky & Julian.

domingo, 11 de junio de 2006

Esplín

esplín.(Del ingl. spleen, bazo, hipocondría).1. m. Melancolía, tedio de la vida.

sábado, 10 de junio de 2006

La senda tenebrosa

Es La senda tenebrosa (Dark Passage, Delmer Daves, 1947) una película peculiar. Durante gran parte de la película, unos 40 minutos, la mayor parte de los planos entran dentro del grupo de planos subjetivos. La voz del personaje principal, de ese manera, se encuentra fuera de campo, y las más de las veces los personajes hablan a la cámara directamente, es decir, al espectador que ve la película.
Resulta un poco larga si se tiene en cuenta que es una producción de los años 40 (pasa de la hora y media de manera generosa), pero la sucesión de personajes secundarios es lo hace que el tiempo pase de manera ágil. Comenzando por el personaje que recoje a Vincent en cuanto éste se acaba de escapar de la prisión. Un ser este que no para de preguntar, y es que, como se verá más adelante en la película, no tiene nada que responder. Tras éste entra en escena Irene, interpretada por la siempre bella Lauren Bacall. Surge aparentemente de la nada. Poco a poco vamos reconstruyendo la historia de este personaje, cuya presencia va a ser crucial en el desarrollo de la trama. Por otro lado, la mayoría de sus apariciones van acompañadas de música, ya sea swing o cierta canción melódica (otra razón más para quedarme prendado de ella). Suena música y allí ella llega. Él le llama por teléfono y pone música de fondo. Él se empieza a enamorar de ella y lo hace con música de fondo.
El amante de Irene aparece como un pelele, como un imbécil. ¡Un verdadero idiota al que maneja sin ninguna dificultad!
Más personajes que no aparecen hoy en día por el cine contemporáneo. Por ejemplo, el taxista Sam. Un ser que pasa sus horas en su taxi, que es capaz de penetrar en las almas de los viajeros que suben a su vehículo, que aparece guiado por un único motivo: que se haga justicia, aunque a él, la verdad, ni le va ni viene. Él siempre hará lo mismo, pase lo que pase. Supongo que todavía queda gente así.
El doctor Walter Coley es algo así como el taxista, con la salvedad de que aquél lo hace por dinero. Ambos, no debe sorprendernos, son amigos.
El amigo de Vincent, George, que sólo quiere tocar la trompeta, y lo hace cuando los vecinos no están en la casa. Así no molesta. El único amigo de Vincent. Otro ejemplo más de bondad, pero destinado a un trágico final.
La malvada Madge Rapf, que oculta grandes verdades y grandes mentiras, todas mezcladas en su mundo de fantasía y amargura.
Una colección, en definitiva, de personajes solitarios que buscan, de una manera o de otra, alguien con quien vivir y compartir sus sentimientos.
De todas, me quedo con una escena: la de la estación de autobuses. No hay nada que desperdiciar allí, y no hay que perder de vista el vendedor de billetes. Los momentos clave, para mí, tienen lugar en torno a la música. Vincent va a llamar por teléfono a Irene y para ello prepara la atmósfera. Selecciona una canción de la gramola de la sala de espera. Con ese fondo musical, Vincent habla por teléfono con Irene y, simultáneamente, se activa la comunicación entre dos de las personas que esperan el autobús. La soledad les une.
El final, en una película como ésta, no podía ser de otra manera: un baile al son de la canción que ha servido de banda sonora al enamoramiento de Vincent e Irene, dos seres solitarios que conseguirán unir sus vidas.
Por cierto, todos los problemas de Vincent arrancan de las mujeres, mas es una de ellas quien le ayuda a encontrar un sentido a la vida.

Cabby: You're a guy with plenty of trouble.
Vincent: I don't have a trouble in the world.
Cabby: Don't tell me buddy, I know. Your trouble is women.

She

El placer del silencio es uno de los más difíciles de alcanzar. Es difícil la conversación inteligente, pero aún lo es más el silencio inteligente. Aquel silencio que permite mirar con fijeza los ojos de la otra persona y descubrir que son de un color distinto al que nos pensábamos; ese silencio que pide a gritos una caricia, una sonrisa. Ese silencio es puro placer. El silencio que permite caer en las redes de su mirada, apreciar los matices de color de su pelo, ver cómo juega con sus dedos...
La conspiración del silencio habla más alto que mil palabras.

Some things won't ever change

Why am I so unlucky?
Why do my socks always make angry?
Would you with me kindly agree?
So lucky I met you.
We buy socks
At the same shops.
So lucky the fox
He don't wear no socks.
Socks suck,
Socks gimme the shock,
I'll gently fry them in a wok.
Sod socks off!

viernes, 9 de junio de 2006

Una canción

Me despierto algo más tarde de lo habitual. No tengo clases hoy por la mañana. La bondad de mi alumno es tal que ha decidido, por su cuenta, cambiar la clase del viernes a las ocho de la mañana a una hora más relajada de la mañana del lunes. Con gente así da gusto.
Me despierto a gusto, con el sonido de la radio. Siempre suena la misma emisora, una de ésas en las que no paran de hablar. Radio-5 todo noticias. Dentro del insulso panorama hertziano actual es lo único que, a ratos, soporto. He de añadir Radio-3, pero esa emisora, por el motivo que sea, se capta muy mal en todo el universo.
Hoy, digo, me he despertado con Radio-5. Y, claro, han estado hablando de las más recientes noticias. Que si el PP critica al gobierno (lo del PP resulta cabreante, se han convertido en unos macarras; al principio daban risa pero ahora resultan cabreantes... me temo que son todos unos malfollados que se hacen pajas con la foto de Aznar), que si el terrorista muerto (¿acaso no matamos a los animales que consideramos peligrosos?), que si la subida del precio del dinero (¡putos bancos! La verdad es que a mí me beneficia la subida del precio del dinero: mi plan de ahorro -o algo así-, pero creo que es una putada el nivel que están alcanzando las hipotecas y similares)... Y de entre toda la diarrea mediática se hace la luz. Suena la canción "Yolanda", de Pablo Milanés.
Llámame cursi, pero un servidor tiene un corazoncito, muy escondido la verdad, que, de vez en cuando, resuena ante determinadas manifestaciones vitales. Una canción, antes que una película o una pintura, es capaz de hundirme y levantarme. "Yolanda", de Pablo Milanés, es una de esas piezas musicales que me emociona.
Con los tres acordes del tema (tónica-dominante-subdominante) me he pegado horas experimentando. He explotado las armonías vocales latentes hasta lo indecible (gente que haya tocado conmigo es sabedora de mi obsesión por la repetición hasta el encuentro de algo decente). "Yolanda" encierra para mí qué es eso del amor. Por encima del "Love" de Lennon ahí tenemos a un ser manifestando su amor y, a la vez, sus dudas. Confiesa que no quiere morir por ella, admite que para él ella no es fundamental ("si me faltaras no voy a morirme") pero desea morir junto a ella. Ella le transforma en un ser débil, indefenso, y al tiempo dependiente de ella.
Dudamos ante el amor, pero deseamos estar con ella.
Negamos nuestros sentimientos, pero están allí.
Desearíamos no haberla conocido jamás, pero sentimos la muerte cuando ella no nos llama.
Más de una vez me ha parecido captar en esa canción el "eterno femenino". Tal vez por eso me fascina.
¿Eso es el amor? Puede que sí, puede que no.
¿Qué es el amor? Si lo sabes, no me lo digas. Déjame descubrirlo.

"Yolanda"

Pablo Milanés

Esto no puede ser no más que una canción
quisiera fuera una declaración de amor
Romántica, sin reparar en forma tales
que pongan freno a lo que siento ahora a raudales.
Te amo, te amo, eternamente te amo.

Si me faltaras no voy a morirme
si he de morir quiero que sea contigo.
Mi soledad se siente acompañada
por eso a veces sé que necesito
tu mano, tu mano, eternamente tu mano.

Cuando te vi sabía que era cierto
este temor de hallarme descubierto.
Tú me desnudas con siete razones
me abres el pecho siempre que me colmas
de amores, de amores, eternamente de amores.

Si alguna vez me siento derrotado
renuncio a ver el sol cada mañana.
Rezando el credo que me has enseñado
miro tu cara y digo en la ventana:
Yolanda, Yolanda, eternamente Yolanda.
Yolanda, eternamente Yolanda.


P.S.: Me he despertado con un mensaje de Begoña. Esta tarde hemos quedado para pasear por el parque.

jueves, 8 de junio de 2006

Basurillas encontradas rastreando cajas

[...] De las siguientes estrofas sí que recuerdo a la inspiradora. Podría decir el nombre y apellidos de la persona en cuestión, pero dejémoslo en que fue un amor de mi primer curso de universidad. Era ella una chica peculiar, muy atractiva, con cierto aire en los ojos a Liza Minelli en la película Cabaret. Un buen día se acabó la universidad y con ella el enamoramiento, si es que alguna vez existió. He creído verla después por la calle, pero ni ella ni yo somos los mismos. Puede que ni siquiera sea ella.
Los hechos que me inspiraron las estrofas (por llamarlas de alguna manera) siguientes ocurrieron en Jaca, en septiembre de 1988, muy poco antes de que yo partiera para mi servicio militar, en noviembre de ese mismo año. Una noche fuimos a dar un paseo por la carretera y nos detuvimos junto a un semáforo intermitente, de estos que están siempre encendidos, con dos bombillas. Ella empezó a moverse rítmicamente al compás de las luces. Su sombra cambiaba constantemente. A la vuelta, anduvo de vuelta al piso con la mirada clavada en el asfalto. No recuerdo con exactitud si había luna llena o no. Creo que sí, pero opté por esa imagen ya que es uno de mis símbolos favoritos: la luna llena. Me avergüenzo de todo el "poema" pero especialmente del verso "con la que siempre soñé". Es difícil, creo, caer en algo más manido y previsible.
Lo escribí un 31 de diciembre de 1988, esto es, en plena Navidad, lejos de mi gente de Zaragoza. Afortunadamente tenia allí mismo a mi tio Luis, mi tía Tere, Carlos, Chicho, Luis Ángel...

Ella, luna llena,
Ella, de frío metal,
Ella, en la noche de septiembre,
Ella, espera sin final,
Ella, razón que no llega,
Ella, con la que siempre soñé,
Ella, en el pálido asfalto,
Ella, clavando su inquientante mirar,
Ella, siendo de nadie,
Ella, ¿en quién clavará su mirar?

Madrid, 31-12-1988

I Forgot To Remember To Forget Her

(Kesler/Feathers)

I forgot to remember to forget her,
I can't seem to get her off my mind.
I thought I'd never miss her,
but I've found out somehow
I think about her almost all the time.

Well the day she went away
I made myself I promise
that I'd soon forget we'd ever met.
But something sure is wrong 'cos
I'm so blue and lonely:
I forgot to remember to forget.

martes, 6 de junio de 2006

I'm So Tired

I'M SO TIRED
By John Lennon and Paul McCartney

Estoy tan cansado,
No he podido pegar ojo.
Estoy tan cansado,
Mi mente está desconectada.

Me pregunto si debería levantarme
Y prepararme algo de beber.
No, no, no.

Estoy tan cansado,
No sé qué hacer
Estoy tan cansado,
Mi pensamiento está puesto en ti.

Me pregunto si debería llamarte,
Pero sé qué harías.

Me dirías que te estoy vacilando,
Pero no es broma.
Esto me duele.

¿Sabes? No puedo dormirme,
No puedo parar mi cerebro.
¿Sabes? Han pasado tres semanas,
Me estoy volviendo loco.
¿Sabes? Te daría todo lo que tengo
Por un poco de paz mental.

Estoy tan cansado,
Me siento tan harto.
Y aunque esté cansado
Me fumaré otro cigarro
Y me cagaré en Sir Walter Raleigh...
¡Ese tío era un gilipollas!

Me dirías que te estoy vacilando,
Pero no es broma.
Esto me duele.

¿Sabes? No puedo dormirme,
No puedo parar mi cerebro.
¿Sabes? Han pasado tres semanas,
Me estoy volviendo loco.
¿Sabes? Te daría todo lo que tengo
Por un poco de paz mental.
¿Sabes? Te daría todo lo que tengo
Por un poco de paz mental.

Carta

Querido hijo:
Te escribo estas letras para que sepas que estoy viva. Estoy escribiéndote despacio porque sé que tú no eres para leer deprisa. Si recibes esta carta es que te llegó, y si no, me lo dices y te la mando otra vez.
El tiempo por aquí no está mal: la semana pasada sólo llovió dos veces; la primera estuvo lloviendo tres días, y la segunda cuatro. Ya te mandé la chaqueta, pero te digo que tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con botones pesaría mucho, y el envío sería muy caro, así que se los quitamos y se los metimos en el bolsillo de dentro. Por fin ya pudimos enterrar a tu abuelo; lo encontramos cuando lo de la mudanza; estaba metido en el armario desde aquel día que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día explotó la cocina de gas y tu padre y yo salimos disparados por el aire y caímos fuera de la casa. ¡Qué emoción! Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos de casa. Vino el médico y me puso un tubo de cristal en la boca y me dijo que no podía hablar en diez minutos. Tu padre quería comprarle el tubo.
Perdona la mala letra y las faltas de ortografía; es que yo me canso de escribirte y ahora le estoy dictando a tu padre y ya sabes lo burro que es. Y hablando de tu padre, ¡qué orgulloso está!. Te cuento que ahora tiene un buen trabajo, tiene 500 personas por debajo de él; es el encargado de segar el cementerio.
El otro día leyó en el periódico que, según las encuestas, la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos mudamos más lejos. No vas a reconocer la casa; el sitio es muy guapo y hasta tengo lavadora, aunque no estoy segura de que funcione. Ayer metí la ropa, tiré de la cadena y desde ese momento no la volví a ver.
Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, parió. Como todavía no sé de qué sexo es, no puedo decirte si eres tío o tía. Si es niña van a llamarla como yo. Ella, a tu hermana la llamarán mamá. La otra hermana, Pilar, esta embarazada de cinco meses. Tu padre le preguntó si estaba segura de que era de ella.
Y por último, tu hermano Juanchu sigue tan despistado como siempre; el otro día cerró el coche, dejo las llaves dentro y tuvo que ir tres km. para allá y tres km. para acá, a casa, a por el duplicado, para poder sacarnos a tu padre y a mi de dentro del coche.
Tu primo Paco se casó y pasa toda la noche rezándole a la mujer porque le dijeron que era virgen.
A quien nunca más vimos por aquí es al tío Carlones, el que murió el año pasado.
Ahora el que nos tiene preocupados es tu perro, el Puski; está empeñado en correr detrás de los coches que están parados. ¿Recuerdas a tu amigo Antón? Ya no está en este mundo. Su padre murió hace dos meses y como había pedido ser enterrado en el lago, el pobre Antón murió cavando la poza en el fondo.
Bueno, hijo, no te pongo dirección de la carta porque no la sé. La gente que vivió aquí antes, llevó los números para no tener que cambiar de domicilio.
Si ves a doña Remedios salúdala de mi parte, y si no la ves no le digas nada.
Un abrazo. Te quiere.
Tu madre
P.D. Iba a mandarte 100 euros pero ya cerré el sobre.

La lluvia amarilla, de Julio Llamazares

NUNCA HUBO UN TIEMPO EN EL QUE YO NO EXISTÍ, NI TÚ.
NI HABRÁ UN FUTURO EN EL QUE DEJEMOS DE EXISTIR.
Bhagavad Ghita


Pasar las páginas de La lluvia amarilla es sumergirse en la caricia de las palabras. Pero es una caricia dolorosa, trufada de muerte. Entronca esta novela, de placentera lectura, con aquellos textos que están narrados por muertos desde la muerte. Hay muchos de ellos, aunque ahora sólo me vienen a la cabeza textos cinematográficos: Sunset Boulevard (El crepúsculo de los dioses), American Beauty, All That Jazz... Todas ellas están narradas desde la muerte, como esta novela. Ello implica que lo que vamos a ver debe ser sometido a la duda (y, de hecho, aunque la narración partiera de un narrador vivo también deberíamos aplicar el prisma de la duda), al visionado peculiar de los recuerdos (¿acaso no ocurre tal en el resto de la literatura o, por qué no aceptarlo, en nuestra vida real?). Es un salto sin red hacia el mundo de las sombras; podríamos desvariar con el significado obvio de tal símbolo, o incluso con la percepción psicoanálítica, pero creo que debemos quedarnos con la visión platónica. Si tal visión tenemos en mente, entenderemos que nuestro personajes vive en una cueva y que sólo percibe sombras. Va a llegar un momento en el que se crea que la realidad son únicamente sombras. Y él acaba, desde su locura, transformándose en una sombra, igual que su mujer.
La niebla lo cubre todo, y cuando entonces es la nieve, y cuando entonces la lluvia amarilla de las hojas que caen de los árboles. La leyenda flota en el aire, la magia, la tradición. La muerte se queda en la piedras, que no hay que coger si quieres seguir vivo. Los árboles más tupidos son los más mortales y, cual Edén bíblico, gozar de sus frutos lleva consigo la expulsión del paraíso.
El silencio es el protagonista absoluto. Es la perra la que más sonidos genera, aquélla cuyos ojos más emociones transmiten. El silencio es roto por respiraciones estentóreas transmisoras de agonía.
La muerte nos iguala a todos. Hasta en la historia de la perra la infernal parca ocupa más palabras que la vida.
Lo no lineal tiene sentido. Un personaje muerto aparece vivo de repente. Un vivo aparece muerto. ¿O tal vez nadie ha muerto? ¿O tal vez todos estén vivos en alguna parte? Lo que ocurrió antes, ocurrirá luego.

P.S.: Aconsejo, tras la lectura del libro, una vuelta por esta página de internet:
http://www.educa.aragob.es/iescarin
Una vez allí buscar la entrada de la fecha 26/05/05. Se trata de unas fotografías realizadas por unos estudiantes de los parajes en los que se ubica el texto.

lunes, 5 de junio de 2006

I wanna get lost in your rock and roll and drift away

"Drift Away"
(Williams)

One, two, three, four
Give me the beat, boys,
Give me the beat, boys.

Day after day I'm more confused
But I look for the light through the pouring rain.
You know, that's a game that I hate to lose,
I'm feeling the strain,
Ain't it a shame?

Give me the beat, boys and free my soul,
I wanna get lost in your rock and roll and drift away.
Give me the beat, boys and free my soul,
I wanna get lost in your rock and roll and drift away.

I'm beginning to think that I'm wasting time
And I don't understand the things I do.
Yeah, the world outside looks so unkind,
Now it's up to you to carry me through.

Give me the beat, boys and free my soul,
I wanna get lost in your rock and roll and drift away.
Give me the beat, boys and free my soul,
I wanna get lost in your rock and roll and drift away.

And when my mind is free
You know, the melody can move me.
And when I'm feeling blue,
The guitar's coming through to soothe me, yeah.

Thanks for the joy you've given me,
I want you to know that I believe in the song.

The rhythm and rhyme and harmony
You help me along,
You're making me strong.

Give me the beat, boys,
Give me the beat, boys.
Come on!

Give me the beat, boys, and free my soul,
I wanna get lost in your rock and roll and drift away.

A veces

A veces las ranas parecen peces...
...¿Qué esperabas?

domingo, 4 de junio de 2006

Sobre El cero y el infinito, de Arthur Koestler

GRACIAS A GLORIA

Omitiré datos técnicos sobre el libro. Si alguien quiere saber más información sobre este autor, puede encontrarla en infinidad de sitios. Además, he de admitirlo, no tengo ni idea sobre el autor. Tan sólo sé que me ha encantado esta obra que de él he leído. ¿Por qué? No sabría dar una respuesta adecuada, o tal vez ni una inadecuada, así que me quedaré a medio camino y trataré de dar una respuesta inadecuadamente adecuada o viceversa.
Quiero decir que me ha llamado la atención su título: El cero y el infinito, algo muy llamativo si tenemos en cuenta que su nombre original en inglés era Darkness At Noon. Aquí podríamos entrar a saco en el tema de las traducciones al español de títulos de películas y de libros, pero no me apetece ahora. Diré que, por muy chocante que pueda parecer, estoy de acuerdo con la traducción. ¡Cómo puede ser eso! Pues verán: tanto en un caso como en otro estamos trabajando con contrarios, o al menos con elementos en teoría dispares. ¿Cómo se entiende eso de Oscuridad al mediodía? Pues sencillamente de la misma manera de la que hemos de entender la conjunción de Cero e Infinito: la coexistencia de dos elementos contrarios. Sobre tal trata la novela, y no voy a entrar en disquisiciones argumentales, sino en temas de significado.
La novela va sobre todo y sobre nada, sobre el silencio y el ruido. Va sobre la vida y la muerte. Ya sé que lo que digo es muy vago, pero si hay alguien ahí fuera que ha leído la novela sabe de qué hablo. Va sobre un hombre que lo ha sido todo y que se transforma en nada; va sobre palabras que, de repente, cambian de significado; va sobre alucinaciones que se tornan reales; va sobre personas que no tienen nombre pero que son determinantes en nuestra existencia.
La novela cuestiona la existencia de lo absoluto, de lo definitivo. Trata sobre dios y sobre el demonio, sobre la escasa distancia que hay entre el cielo y el infierno. En una página somos dioses, en la siguiente nos tornamos demonios. En una página dominamos el mundo, en la página siguiente somos incapaces de controlar los esfínteres. En una página estamos sonriendo y en la siguiente se nos descompone el rostro por culpa del dolor. Hoy somos los amos del paraíso y mañana limpiamos los retretes del infierno.
Es El cero y el infinito un paseo por esa gran mentira llamada Historia, una reflexión sobre quiénes nos gobiernan y qué representamos realmente para ellos. Es una novela que reflexiona sobre la naturaleza de las palabras: ¿para qué sirven éstas realmente?; sobre el amor (¿qué es más bonito: el amor de verdad o el recuerdo deformado y adaptado a nuestro deseo?); sobre la amistad (¿quién es nuestro amigo: el que nos aconseja que nos dejemos matar para alcanzar la paz o el que nos exhorta a la lucha inútil?).
Me quedo con el gran deseo que preside la obra: dormir en paz para acabar de una vez por todas con el "leve fruncimiento de la eternidad".

Sobre The Beatles' Garden

Ya lo adelanté en alguna entrada anterior. Un día de estos iba a tener en mis manos la revista número 50 de The Beatles's Garden, y ese día ya llegó. Fue el jueves por la noche y, no me voy a andar con rodeos, me emocioné al tenerla en las manos.
Han sido muchos años los que han transcurrido, desde aquel 1993, aquella fiesta en la Interferencias. Allí conocí a Javier, a Juan, a Alfonso... a cantidad de gente. Fue Matías Uribe quien me animó a meterme en ese mundo, algo a lo que me mostraba en principio poco animado. Gracias le doy desde aquí a mi querido Matías, a quien siempre tendré por maestro (él ya lo sabe, pero no me canso de decírselo). En esa fiesta, Javier estaba feliz porque estaba conociendo a Pilar; yo estaba triste porque mi relación con Marily se empezaba a romper. Creo que nunca fue una relación real. Recuerdo esa fiesta como una sucesión de rostros alegres, de emociones disparadas por el alcohol. ¡Qué día!
Al hacer balance de todos los años que han pasado desde entonces pasan por mi cabeza las mujeres que he amado y que no me han amado, las que me han amado y no he amado, las que me han odiado y he odiado, las que debí haber amado, las que quiero amar. Pasan los trabajos basura, los trabajos mierdosos en los que puse toda mi energía. Vuelve a mí la pérdida de tiempo con las oposiciones. Brilla con especial luz mi primer libro, mi primer artículo, mi primera conferencia pública, mi primer autógrafo, mi primera foto por alguien que leía mis artículos. Gracias a esta revista conocí el mundo de la radio (amigo Pedro), conseguí detestar finalmente el mundo de la televisión (con desagrado pasan por mi cabeza imágenes de tiempo perdido en estudios de televisión diciendo gilipolleces, o de entrevistas con cámaras filmándote que querían imitar la "estética revolucionaria" de MTV pero que lo único que hacían era que te entrara la risa). Me viene a la cabeza la sensación de ver publicado por primera vez un artículo mío en caracteres japoneses (creo que era mío... eso me dijeron los que entendían japonés), o de saberme leído en distintas partes del mundo. Incluso siento como honor haber sido plagiado por varios autores, o haber visto publicado mis artículos a nombre de otras personas.
Pero si he de quedarme con algo, a nivel material, es con la publicación de los libros de El veranos del amor y de El hombre invisible, amén de las traducciones y colaboraciones en diversos libros. Lo bueno de esas publicaciones era que se trataba de un trabajo en equipo, nunca a solas. Siempre había alguien a quien acudir, siempre había alguien que te daba consejos ("recuerda que la mayoría de los lectores te van a leer en el váter, así que escribe párrafos cortos", anónimo), siempre había alguien -claro- dispuesto a tocarte las narices (o yo siempre tenía a mi disposición alguien a quien tocarle las narices)...
Ha sido, digo, la realización de muchos sueños: discos editados, libros publicados, conocer gente a la que siempre admiré. De entre este último grupo me quedo con Derek Taylor, un hombre inolvidable, que trabajó con Los Beatles, Los Doors, Los Byrds, Los Mamas & The Papas... Un hombre con el que hablar era un placer increible. Un hombre que falleció víctima de sus propios excesos durante los años 60. Nunca olvidaré tampoco la felicidad que experimenté al estar comiendo con Niel Innes, uno de los Monty Python. Me costó convencerle pero conseguí que en la calle me hiciera una pequeña parte de uno de los sketches de los que él había sido creador. Tampoco me resulta fácil describir qué experimenté Robert Freeman, el fotógrafo de Los Beatles durante los primeros 60, me fotografío. Fue después de una comida e íbamos todos pelín sobrecargados de vino. Cuando revelé la foto, me di cuenta de lo ridículo que estaba: estaba con los coloretes, tipo Heidi, fruto del calor y el alcohol. ¡Qué vergüenza!
Pero sobre todo, he conocido a gente maravillosa e inolvidable: Pedro &Bea, Javier, Pilar, Vicky (aunque no lo creas siempre tendrás un lugar especial en mí... eterno interrogante...), Alfonso, Juan... las tardes de los sábados, en nuestra particular caverna, con la gente entrando y saliendo.
Podría seguir, pero creo que ya está bien de melancolía de serie B.

Vuelta de viaje



¡Vaya viaje más rápido! Al menos he conseguido desconectar durante unas pocas horas de la monotonía. Alguien me dijo (va por ti, Elena) que esto de los blogs se transformaría en una especie de droga. ¡Para qué engañarte! Lo cierto es que he estado pensando casi todo el rato en qué poner. Adelanto que voy a ponerme a delirar en siguientes entradas sobre una genial novela que acabo de terminarme: El cero y el infinito, de Arthur Koestler. Las reflexiones me las guardo para más adelante. De momento, cuelgo un par de fotos que he hecho a una de mis fuentes de inspiración: el mar.

viernes, 2 de junio de 2006

Apostilla final en torno al debate sobre el estado de la nación

Ya se terminó el debate sobre el estado de la nación. Creo que seguiré durmiendo.

De viaje y alguna tontada más

Dentro de unas pocas horas parto hacia Laredo, allá arriba, en Cantabria. Me gusta estar allí, relajado, tranquilo. Allí huyo sin ordenador (al menos en este viaje), con la única obligación impuesta de terminarme un libro, sobre el cual hablaré más adelante (o tal vez no). Ese pueblo es como mi escape del mundo real. Allí duermo doce horas seguidas y me despierto relajado. Allí salgo a pasear. La música suena distinta allí. Tal vez aquí algún día consiga dormir más de diez horas... pero seguro que me despierto con complejo de culpa. Por cierto, me preocupa pensar qué música me voy a llevar. Todavía no lo sé. Los Beatles no deben faltar. Tal vez me decida por algo de Red Hot Chilli Peppers. Últimamente estoy muy enganchado a ellos. Me da ahora por coger la guitarra y tratar de tocar como Frusciante (jugando con octavas y quintas y metiendo notas de muy corta duración, al tiempo que atacando de una manera específica con la mano derecha la cuerda, se puede conseguir una aproximación). Esta tarde he estado un rato en casa de un amigo y, con un bajo, he estado experimentando sonido a lo RHCP. Sobre los resultados me abstengo de opinar.
Me encantaría llevarme la guitarra. Si el viaje fuera más largo, me llevaría mi pequeño ukelele. Es muy gracioso el sonido que se consigue, si bien la afinación es muy difícil de mantener y pasas más tiempo afinándolo que tocando.
Se me olvidaba: me gusta Laredo, pero lo odio cuando se llena de turistas. No me considero turista, sino más bien un escapista.

jueves, 1 de junio de 2006

Número 50 de The Beatles' Garden

Mañana sale de imprenta el número 50 de la revista The Beatles' Garden. Tal vez para mucha gente no signifique nada en especial, pero para mí es mucho. Han pasado 15 años... 15... ¡Asusta pensarlo! Y resulta inevitable siempre pensar en Pilar y sus grandes ojos, su dulce voz, que nos dejó hace poco más de un año... Cada vez que veo en la pared de mi cuarto la partitura del tema que Javier y yo preparamos pensando en ella, me viene su frágil cuerpo, siempre invadido por la sonrisa, incluso aquella última vez que la vi en la plaza Aragón, aquel domingo por la mañana, que salí de propio para pasar con ella un rato. Supongo que algún día lo terminaremos; supongo que algún día Javier y yo nos coordinaremos y grabaremos una base instrumental decente, en honor a Pilar, sobre la que él con su bajo y yo con mi guitarra y voz haremos algo digno de ella. No puedo tampoco olvidarme de Carlos y su lupa, sus temblorosas manos tratando de seguir nuestro rock en nuestra particular caverna, aportando su débil chorro de voz emocionándose con "I Need You". Seguiré otro rato, con más alegría.