jueves, 3 de agosto de 2006

Algo que tal vez continúe #3


Algo que tal vez continúe #3


Estábamos en la barra. No había mucha luz. Supongo que no voy a seguir con la descripción. Me temo que estoy cayendo en los elementos que todos conocemos de las películas. Pero insistiré en el olor. Insistiré en la mezcla de perfumes procedentes de regalos de empresa, de novias ilusionadas, de novios esperanzados, de hijos sin recursos ante un día de la madre o del padre. La mezcla de colores de las botellas, expuestas en las vitrinas, algunas de las cuales, me imagino, llevaban años sin haber sido abiertas. Líquidos caros. Los camareros exhibían sus cuerpos al otro lado de la barra. No pude evitar mirar a una de las camareras. Bonita. Sexual. Arma para la noche que yo nunca iba a disparar.
- ¿Vas a tomar algo más? –me dijo la camarera, ajena a mi fantasía. Toda la excitación generada en mi cerebro se disipó.
- Bueno. ¿Tú que quieres? –pregunté a la chica que escuchaba Steely Dan moviendo la cabeza al ritmo de la música.
- Me llamo Sara. Tomaré lo mismo que tú.
La camarera, en vista de que aún pasaría tiempo hasta que pidiéramos algo Sara y yo, se retiró de la escena. Mis fantasías con ella ya eran parte del pasado. Ahora estaba con Sara. ¿Qué significaría ese nombre? En cuanto volviera a casa por la noche me informaría sobre el significado del nombre y su etimología. Ahora estaba con ella.
Le dije mi nombre y me lancé a besarle en la mejilla. Los típicos besos de presentación, ya sabes. Un beso primero en un lado, luego en otro.
- ¿Te parece bien un licor de algo?
Me dijo que le parecía una bebida de pijos. Pedimos eso.

1 comentario:

Redschilds are people too dijo...

Como no continue me va a dar algo
(la narración al menos!!!!)