miércoles, 2 de agosto de 2006

Algo que tal vez continúe #1

Algo que tal vez continúe #1


Entró al bar con cara sofocada. Era guapa. Se acercó a mí.
- ¿Llevas fuego?
- No fumo, lo siento.
Vaya manera más tópica de comenzar. Tal vez ella era una mujer tópica. O, lo más seguro, ella me había colocado enseguida en el grupo de los tíos tópicos. Nunca lo llegué a saber. Hubiera deseado llevar fuego, un mechero. Recordé que en la mesa de mi despacho había siempre uno, junto a la agenda que, sin embargo, sí que llevaba encima. Se lo dejó un cliente una fría mañana de invierno.
- ¿Quieres que pida fuego en la barra? -le dije.
No abrió los labios. Se limitó a sonreír. Interpreté que eso quería decir un sí, un date prisa y busca un encendedor ahora mismo a no ser que quieras que me vaya. Le pedí fuego al camarero. Le fui a pasar el mechero a la chica, pero estaba con la mirada baja, buscando algo en su bolso. Traté de echar un vistazo a sus contenidos. ¿Llevaría una foto de su novio? ¿Estaría casada con un millonario? Ella tenía el cigarrillo entre sus labios. No estaban pintados. Eran carnosos. Bonitos. Sensuales. Una décima de segundo. Me fijé en su nariz, una décima de segundo, en sus mejillas, una décima de segundo, en sus ojos, una décima de segundo, en las cejas, una décima de segundo, en las pestañas, una décima de segundo, en lo desordenado de su pelo. Fueron unas décimas que volaron enseguida, nomás que ella levantó la mirada. Sonrió, con el cigarrillo todavía en los labios. Me miró esperando a que se lo encendiera. No hablaba. Yo quería escucharla. Me moría por analizar su voz para percibir qué música salía de ella. Locura mía, probablemente.
Un golpe de batería de la música del local coincidió con su primera exhalación de humo. Como en las películas. En otra situación me hubiera molestado. Su humo, en ese momento, fue como una extensión de ella. En esa nube que de su boca salió había algo de ella que me estaba envolviendo.
- ¿No fumas? -preguntó ella.
- No, nunca he fumado.
Preferí no alargar la respuesta antes que caer en la tentación de iniciar una conversación estúpida. El silencio como atajo ante la estupidez y lo insulso.

SEGUIRÁ (supongo)

Imagen tomada de: http://www.flickr.com/photos/piecemeal/41019440/

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