domingo, 9 de julio de 2006

Strange Days Indeed!


Un antiguo alumno me para por la calle y me pide disculpas por haber faltado a algunas de mis clases.

Por enésima vez, me vuelvo a cruzar con una antigua compañera de universidad. Siempre en la misma calle. Siempre tuvo una mirada pícara. Afortunadamente, la sigue conservando. Sigue conservando su atractivo, su cierto aire de descuido.

Me cuesta dormirme. Me levanto y, ante la incapacidad para leer o escribir, enciendo la televisión. Voy saltando de canal en canal. Y allí está ella, tan guapa como siempre. Su pelo, como siempre, hasta la cintura. Escuchar su voz me ha hecho recordar muchos buenos momentos. Le llamaré. Sadie.

Tengo que aprender a coordinar un poco mejor las distintas partes del compás.

Creo que hoy termina el mundial de fútbol. ¡Y qué me importa! ¡Por mí puede seguir un mes más! Gracias a eso mucha gente ha descubierto su capacidad para comunicarse con extraños.

Tengo ganas de marcharme para Laredo y olvidarme de esta ciudad por unos días.

Al menos tengo ganas de algo...

1 comentario:

Redschilds are people too dijo...

Debe de ser la luna, porque ayer no podía encontrar una razón para seguir...siempre me doy un día cuando me siento así, a ver que pasa.
Zaragoza es una ciudad muy dura, y en verano más.
Pon día y hora, esta semana, yo invito.