martes, 15 de febrero de 2005

Sobre los prejuicios hacia el cine español

Me apetece hablar sobre los prejuicios hacia el cine español. Creo que hemos de quitárnoslo, pero no sólo contra el cine español, sino contra cualquier otra manifestación artística. Plantarse ante una obra de arte con prejuicios implica tener cerrada la posibilidad de ser impactado por ella. Toda obra de arte es una entidad viva, esperando dialogar contigo, conmigo. Un libro que no se lee, acumular polvo en la estantería, se transforma en un ladrillo.
Acudir a ver una exposición con ideas previas hace que no veamos una exposición sino que simple y llanamente proyectemos sobre las obras de arte nuestras impresiones ya formadas previamente (sin haber conocido la obra). Tal vez puedas tener referencias previas del autor, o de otras de sus obras. Pero eso no es justo.
Ante el arte uno ha de estar virgen, puro. Los prejuicios cierran ventanas. Con juicios previos somos como aves que, pudiendo extender sus alas totalmente para abarcar totalmente la corriente de aire, nos limitamos a abrir un poco las alas. ¿Qué pasará? Seguramente nos acabaremos cayendo.
Borremos los prejucios. Seamos como vírgenes ante el arte, puros. Luego, tras la experiencia artística vienen los juicios a posteriori, pero eso es otra historia. Entonces ya podremos decir si es una pifiada o una obra maestra. Pero no dejemos pasar oportunidades simple y llanamente por prejuicios.
Claro, la teoría es muy bonita. Lo sé...

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