sábado, 27 de enero de 2007

Algo que tal vez continúe #34

¿Qué he de hacer con tu recuerdo? Dejaste arrinconados, junto a mi guitarra, cientos de sueños. Ahora me visita por las noches el hacedor de sueños y me pide cuentas. Los intereses en concepto de ilusiones no satisfechas crecen y va a llegar un momento en el que no pueda pagarlos. Me sonríe todas las noches y se me queda mirando desde una esquina de la cama, con ojos de dios burlón y transparente, diáfano como nunca más volverá a manifestarse. Se desplaza el divino bufón con levedad por la habitación mientras trato de conciliar el sueño. Desenfunda la guitarra y me la lanza melodías desafinadas, con acordes imposibles, melodías primitivas que creía olvidadas. Me canta tonadas que nunca logré componer. Sus silenciosos pasos retumban en mi cabeza y el eco de su impertinente andar atormenta mi cabeza. Nunca me dijiste porqué desapareciste, porqué te fuiste sin avisar. Ví cómo te apagabas pero nunca supe qué hacer. Oí como me llamabas pero nunca supe qué hacer. Y ahora vienen a reírse de mí todos los espíritus a los que en aquel entonces debí haber invocado, y me inundan la cama con oraciones que nunca supe cómo rezar, y entonan cánticos de salvación que sólo ahora alcanzo a comprender, y me muestran lo que entonces no pude ver.

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