viernes, 27 de abril de 2007

Banda Sonora


Arctic Monkeys es una de las pocas bandas modernas que me hace sonreír. El sonido generado por su sección rítmica es realmente poderoso y llevar en las orejas su música a todo volumen es una gozada. Su fuerte no es la melodía, sino la caña, el riff repetido, el ruido, el ritmo. El sonido del bajo y la batería son de lo mejor que he escuchado recientemente.

Su más reciente disco, Favoruite Worst Nightmare, es una palada de energía, un golpe a los oídos. En ellos se escuchan trazas de punk, new wave e incluso rastros del rock más clásico. Con todo, prefiero su anterior disco, Whatever People Say I Am, That's What I'm Not: mucho más directo, aunque los sonidos de los instrumentos no tienen tanta claridad como el segundo, cuyos sonidos son más diáfanos. Música para escuchar a todo volumen, con fuerte contraste entre graves y agudos, y para soltar penas.

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