miércoles, 6 de diciembre de 2006

Algo que tal vez continúe #26

Echo en falta la monotonía, saber las horas a las que toca aburrirme, saber cuál es mi momento para expresar mi malestar por algo que no puedo cambiar. Echo en falta los olores de un siempre que se fue, que es un pasado que se ha quedado para siempre en suspenso. Echo en falta no tener que pensar en ti. Echo en falta tener la magia para con una simple mirada tenerte a mis pies. La magia se perdió cuando te fuiste. Me perdí entre mis sueños, poblados por ti y por tu imagen, que ahora se deforma. ¿He de preocuparme porque ya no recuerdo el color de tus ojos? ¿Qué tonalidad de verde eran? ¿Acaso eran marrones? ¿He de preocuparme porque dudo si nuestro aniversario es el 15 ó es el 16? ¿Y si resulta que es el 24? Sí, pero ¿de qué mes? ¿He de preocuparme porque quiero echar en falta mis dudas sobre tu amor? ¿Es grave que ya no dude? Echo en falta lo que ya no recuerdo. Echo en falta tu rostro, cuya sonrisa ahora se ha transformado en algo fanstasmagórico. Tu voz resuena en mi cerebro.
Echo en falta olvidarme de tu cumpleaños, no avisarte de que voy a regresar tarde a casa. Siento dolor por no escuchar cómo te quejas de lo sucio que queda todo después de afeitarme.
Echo en falta echarte en falta. Echo en falta no tener que recordar tus cabellos, tu cintura, tu risa, tu llanto, tu voz, tu susurro, tu sabor, tu olor, tu alegría, tu tristeza.
Siento lejana tu distancia. Echo en falta tu ausencia. Mi silencio pide a gritos tu voz.
Te echo en falta entera.
Te echo en falta dormida.
Te echo en falta desnuda.
Te echo en falta vestida.
Te echo en falta lejos.
Te echo en falta cerca.
Te echo en falta en la sillón.
Te echo en falta en la cama.
Te echo en falta en mis fantasías.
Te echo en falta en mis silencios.
Te echo en falta riendo.
Te echo en falta mirándome.
Te echo en falta.

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